"La sabiduría no es comunicable. La sabiduría que un sabio intenta comunicar suena siempre a locura."
Hermann Hesse
INTRODUCCIÓN
En el proceso de estructuración del sujeto existe una constante lucha entre el ello y el superyó que el yo debe, o al menos pretende, equilibrar. Así, el Yo nunca escapa a la tensión que le causa el tratar de conciliar las demandas de estas dos entidades que a la larga lo definen. Entre los numerosos conflictos que se pueden generar como subproductos de este arduo proceso de negociación -pues finalmente el Yo es falible y no siempre logra satisfacer tan exigentes demandas- podemos destacar a dos de las estructuras subjetivas más familiares en el campo del psicoanálisis: la neurosis y la psicosis:
“La neurosis sería el resultado de un conflicto entre el <> y su <>, y, en cambio, la psicosis, el desenlace análogo de tal perturbación de las relaciones entre el <> y el mundo exterior.” 1
Es en este punto cuando Freud, al introducir el concepto de represión, nos permite observar al Yo como a un extranjero en sí mismo, aquel que no es dueño de su propia morada y que al debatirse entre las pulsiones del Ello y los imperativos del Superyó, forma los estructuras subjetivas que hoy conocemos como neurosis y psicosis.
DESARROLLO
Cuando hablamos la estructura subjetiva conocida como psicosis, o amencia*, quien gana la batalla es el Ello, estableciendo la derrota del principio de la realidad, el cual anteriormente influía al sujeto tanto en la dimensión del presente (percepciones de su entorno actual) como en la del pasado (recuerdos) el cual a su vez se va construyendo a partir de las percepciones, intelecciones y cargas significativas recogidas de las interacciones con el mundo exterior.
*f. Término propuesto por la escuela vienesa (Meynert, 1890) para designar un trastorno psicopatológico que aparece en cuadros orgánicos, que se caracteriza por la presencia de síntomas de confusión, desorientación, trastornos del pensamiento (incoherencia, perplejidad), alteraciones sensoperceptivas (ilusiones y alucinaciones) e inquietud psicomotriz.
En oposición a la demencia, en la que se produce un deterioro mental, la amencia implica que no es posible que se produzca un desarrollo mental normal.
En la psicosis, el delirio surge en aquellos puntos en que se ha producido una solución de continuidad en la relación del Yo con el mundo exterior: esto quiere decir que el Yo acepta la propuesta del Ello para manejar el conflicto que el mundo exterior le presenta. La realidad exterior le impuso al Ello una privación que por alguna razón le resulta absolutamente intolerable, por lo tanto el delirio surge como herramienta para que el Yo apuntale esta falta, y así se estructure en el sujeto lo que se conoce como disociación.
En un campo estructurado por lenguaje, la postura psicótica, al no lograr identificarse con la imagen del espejo que le ofrece el Superyó y sus demandas sociales, se desarticula de la realidad y encuentra en el delirio -en sí mismo, un lenguaje, pero que sólo entiende el Ello- el intento de incorporación a algo que lo articule.
“En la neurosis se evita, como huyendo de él, un trozo de la realidad, que en la psicosis es elaborado y transformado… O dicho de otro modo, la neurosis no niega la realidad, se limita a no querer saber nada de ella. La psicosis la niega e intenta sustituirla.” 3
Dado lo anterior, se puede inferir que la psicosis constituye un modo específico de conocimiento, de un modo en que aquel que no ha perdido la batalla contra el Ello, es decir, el sujeto no psicótico, no puede acceder. Es por ello que se ha mencionado a la psicosis como una forma de imaginación creadora: en el discurso psicótico, el delirio es el texto de la verdad del sujeto y por ende está inserto en el orden del lenguaje.
Si bien la psiquiatría por siglos ha tratado de desvanecer el delirio por medios químicos, físicos y de todo tipo, Lacan planteó que el delirio posee una dimensión significante y tiene un valor de realidad simbólica, el cual transforma la realidad mediante una función creadora. Por lo tanto, la clínica en la psicosis no puede pretender la desaparición del delirio pues esto implicaría aniquilar el texto del sujeto.
Debido a que en el psicótico ocurre un derrumbe del edificio subjetivo, es decir, el otro se mezcla con lo simbólico y la ley y el lenguaje reinvisten al otro como un elemento más en el texto de su delirio, el sujeto se ve perseguido por el orden simbólico, pues éste ya no sirve para mediar entre imaginario y real.
El pasaje al acto es definido a partir de la escena fantasmática. Desde allí, el sujeto se precipita y bascula fuera de la escena del Otro que arma la estructura de ficción. El sujeto aparece borrado al máximo por la barra de su división, se evade de la escena y esto permite diferenciar pasaje al acto de acting out. El acting out, más propio de la neurosis que de la psicosis, por el contrario, es una conducta del sujeto dirigida al Otro, pues lo necesita para mostrar algo.
En el pasaje al acto, al igual que en el acting out, la emergencia de la angustia juega un papel fundamental al definir las razones por las cuales un hecho puede suscitar el uno o el otro. Si el hecho es soportado por el marco del fantasma, se tiene una angustia en el plano de lo simbólico, y cuando no es soportado, se está en el plano de lo real. En el primer caso estamos más cercanos a la emergencia del acting out. Cuando es angustia traumática la posibilidad del pasaje al acto es más cercana.4
Se dice que el analista con el psicótico tiene un trabajo de inmovilidad, pues debe esperar el momento de la transferencia. Y en la psicosis, el pasaje al acto es la solución a la transferencia.
Esta solución psicótica se da cuando el fantasma ha sido desbordado en sus posibilidades de soportar lo siniestro –lo Unheimlich, es decir, algo que aparece en el lugar donde algo debería faltar y es eso lo que angustia: que la falta falte- y el pasaje al acto se presenta como solución ante lo traumático. El sujeto se evade de la escena en una partida errática hacia el mundo puro. Si en el acting out la apuesta es a la escena montando una sobre la otra, aquí la apuesta es a la disolución de la escena, aún a costa de la caída del sujeto, de su objetalización. 5
Aún mediante esta evasión, el yo en lo real logró exponer la carne del sujeto y por lo tanto escribió el texto del delirio, el cual, carente de articulación significante, recupera en lo real lo que se pierde en lo simbólico. Se da una regresión especular en el pasaje al acto, la cual lleva a un vacío pulsional y marca un antes y un después, exhibiendo el fracaso de las defensas del yo y produciendo una ruptura tras la cual se hace imposible restablecer el equilibrio.
CONCLUSIONES
Por paradójico que suene, en la psicosis la cadena significante se estructura en torno a una imposibilidad de sustituciones metafóricas, debido a que no hay síntoma. En el lenguaje del psicótico, el pasaje al acto representa el límite al goce que el nombre del padre no supo dar. Esto, aunado a la angustia que desborda al fantasma, surge como la certeza del ser (ser para un otro sin falta) y aparece el delirio como un discurso completo, que pretende decirlo todo.
Los pasajes al acto son para el psicótico los cortes en el lenguaje, en una estructura significante tan tremendamente real, tan ausente de simbolismos, que dichos cortes son realizados en un plano de relación con un otro-objeto al que no le falta nada, haciendo referencia a la objetalización arriba mencionada; en cada pasaje al acto que el psicótico realiza está el corte de una palabra, la delimitación del enunciado de la caída de un sujeto cuyo Yo no supo reponerse a la decepción del Ello ante las exigencias intolerables de la realidad.
BIBLIOGRAFIA
Textos Citados:
1 Freud, S. “Ensayos 98 al 144: CXXVII: Neurosis y psicosis”. Obras completas, tomo VII, Madrid, Biblioteca Nueva, 1997, p.p. 2742
2,3 Freud, S. “Ensayos 98 al 144: CXXVIII: La pérdida de la realidad en la neurosis y en la psicosis”. Obras completas, tomo VII, Madrid, Biblioteca Nueva, 1997, pp. 2746
4, 5 Basberis, Osmar. 1er congreso Internacional de Investigación. Facultad de Psicología UNLP. La Plata, Argentina, 2007
Textos consultados:
Zimmermann, Daniel. “Pasaje al acto: ¿Qué propone el psicoanálisis?”. Escuela Freudiana de Buenos Aires, disponible en: http://www.efba.org/efbaonline/zimmermann-05.htm, consultado el 12/septiembre/2010
Apuntes de clase del diplomado en Clínica Psicoanalítica Freud/Lacan
López, Noelia. (2009). Represión, goce y principio de realidad en la neurosis y en la psicosis.
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